“ Emily en Paris “ T4. Una fórmula agotada

Disponible en Netflix 

Con Lilly Collins, Philipine Leroy Beaulieu, Ashley Park, Lucas Bravo, Camille Razat, Eugenio Franceschini, Thalia Besson.

  Desde su estreno “ Emily en Paris “ se ha convertido en una de las series buque insignia de Netflix. El encanto de la estilosa, pizpireta, metepatas y caótica Emily ( una estupenda Lily Collins ) y sus líos amorosos en un Paris gamuroso, idílico y sexy ( muy irreal por supuesto ) su impresionante fotografía, una galería de personajes divertidos e historias ligeras y superficiales ideales para pasar el rato y desconectar, la convirtieron en un gran éxito desde el principio. Sin embargo, como recientemente escribía en este blog que sucedía con la cuarta temporada de “The Boys” o la tercera de “El encargado”, la fórmula del éxito, cuando avanzan las temporadas de una serie, tiende a repetirse en exceso, perdiendo frescura y originalidad, que es lo que le ha pasado a la publicista norteamericana en esta última entrega de sus aventuras parisina y como novedad en sus últimos episodios, romanas.

 Gran parte de la acción de la serie ha venido desde el inicio girando en torno al trío sentimental entre Emily, Gabriel y Camille ( por cierto el personaje se hace esta temporada insoportable) y sus idas y venidas y el de la propia Emily con Gabriel y Alfie, pero los enredos sentimentales entre el cuarteto ya se han hecho repetitivos y por ello se ha propiciado la aparición de dos nuevos personajes ( Marcello y Genevieve ) con los que se ha buscado renovar un poco las tramas sentimentales, aunque esta nueva temporada sigue dando aún demasiadas vueltas sobre lo mismo como

las tres anteriores.   No es ninguna novedad que tanto los personajes como las historias sentimentales de los personajes son muy irreales y que los protagonistas parecen vivir en un burbuja de lujo y superficialidad, pero conforme avanzan las temporadas se nota más. Las subtramas amorosas de Sylvie y de Mindy que ganan protagonismo en esta temporada, sin embargo carecen de gancho y se hacen pesadas.

 

 Conscientes de la necesidad de dar un nuevo aire a la serie, la acción se trasladará en los últimos episodios a una no menos glamurosa y colorista Roma que es maravillosamente fotografiada. Ese es el punto más fuerte de la serie: tu toque visual con una fotografía, escenarios y vestuario espléndidos. La corta duración de los episodios y la sencillez de sus tramas ayudan a que la serie se pase volando.

 

  En definitiva,  una serie que sigue siendo divertida, entretenida y de pura evasión con una temporada que viene a ofrecernos más de lo mismo y que por ello cumple con su objetivo de hacer pasar un buen rato al espectador, con una serie maravillosamente manufacturada, pero que quizás se haya convertido en repetitiva y poco original cayendo demasiado fácilmente en clichés. Ojalá la quinta temporada ya anunciada, cierre como se merece las aventuras se Emily y lo consiga con más ingenio y desarrollo dramático de las historias y los personajes .

Lo mejor : El siempre chispeante trabajo de Lili Collins, su fotografía, vestuario y escenarios sin duda, lujosos, glamurosos y hermosos.

Lo peor: El exceso de repetición de temas, situaciones y enredos sentimentales que dan vueltas sobre sí mismos