Disponible en Movistar plus.
Con Sian Brooke, Katherine Devlin, Nathan Braniff, Martin McCann, Joanne Crawford, Frank Blake, Seamus O’Hara.
Se suele decir que segundas partes nunca fueron buenas, pero este nueva entrega de las aventuras de un grupo de policías de Belfast, ha superado en todos los aspectos a su brillante predecesora. Con el mismo reparto que la primera parte, esta nueva temporada ( de nuevo con 6 episodios ) vuelve a mezclar tramas puramente policiacas, con un mensaje social ( las tensiones en la Irlanda del Norte tras el fin de terrorismo ) y un magnífico retrato de personajes que destilan humanidad y carácter. Como siempre la BBC británica vuelve a ser símbolo y garantía de buena hacer y de calidad.
Una de los grandes aciertos de la serie de su reparto. Protagonizada de un modo coral ( sin que ninguno de los personajes destaque por encima de los demás ) por una serie de actores muy poco conocidos, ese elemento le da a la serie mucha verosimilitud y credibilidad, que no habría logrado con intérpretes más conocidos por el gran público. Todos los actores están perfectos en sus personajes, policías casi todos ellos, que cumplen con dignidad y mano izquierda un trabajo complejo acudiendo en ocasiones a conflictivos barrios en donde podían a la policía.
La acción empieza poco tiempo después de donde terminó la primera entrega, cuando los antiguos policías en prácticas ya están plenamente integrados en el cuerpo y durante los nuevos episodios asistiremos a la investigación de un nuevo caso y a varias subtramas más personales de los agentes. De entre las secundarias, destaca la protagonizada por la ya ex policía Jen relacionada con los efectos de la guerra sucia contra el terrorismo en el Ulster. La serie de modo realista muestra a unos policías con dudas, debilidades e imperfectos, nada de superpolicias típicos del cine americano, pero íntegros y con firmes principios que saben trabajar en equipo. La ambientación de la serie es casi documental y el guión va aumentando la tensión progresivamente hasta llegar a su magnífico episodio final.
Lo mejor: La serie cuenta varias historias muy interesantes que logran enganchar al espectador y que se entrelazan de modo muy acertado. Unas interpretaciones muy creíbles y por momentos muy emotivas.
Una de los grandes aciertos de la serie de su reparto. Protagonizada de un modo coral ( sin que ninguno de los personajes destaque por encima de los demás ) por una serie de actores muy poco conocidos, ese elemento le da a la serie mucha verosimilitud y credibilidad, que no habría logrado con intérpretes más conocidos por el gran público. Todos los actores están perfectos en sus personajes, policías casi todos ellos, que cumplen con dignidad y mano izquierda un trabajo complejo acudiendo en ocasiones a conflictivos barrios en donde podían a la policía.
La acción empieza poco tiempo después de donde terminó la primera entrega, cuando los antiguos policías en prácticas ya están plenamente integrados en el cuerpo y durante los nuevos episodios asistiremos a la investigación de un nuevo caso y a varias subtramas más personales de los agentes. De entre las secundarias, destaca la protagonizada por la ya ex policía Jen relacionada con los efectos de la guerra sucia contra el terrorismo en el Ulster. La serie de modo realista muestra a unos policías con dudas, debilidades e imperfectos, nada de superpolicias típicos del cine americano, pero íntegros y con firmes principios que saben trabajar en equipo. La ambientación de la serie es casi documental y el guión va aumentando la tensión progresivamente hasta llegar a su magnífico episodio final.
La serie logra ser adictiva gracias a los finales de los episodios que te dejan con ganas de más y su corta duración, facilita que tenga un buen ritmo, al contrario que pasa con la gran mayoría de series de 8 ó 10 capítulos que se acaban haciendo largas. Con un gran y emotivo episodio final ( como también sucedía en la primera temporada ) “ Blue lights “ cierra brillantemente el círculo y las dos temporadas por la que ha sido renovada prometen más emociones y tramas interesantes.
Lo mejor: La serie cuenta varias historias muy interesantes que logran enganchar al espectador y que se entrelazan de modo muy acertado. Unas interpretaciones muy creíbles y por momentos muy emotivas.
Lo peor: Que no sea una serie muy conocida por el gran público.
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