viernes, 20 de noviembre de 2020

Series de cine: “ Gambito de dama”



Director: Scott Frank.
Reparto : Ania Taylor Joy, Thomas Brodie Sangster, Harry Melling, Marielle Heller, Jacob Fortune-Lloyd, Moses Ingram, Bill Camp, Marcin  Dorocinski.
Disponible en Netflix.



   Una serie de culto instantáneo. A pesar de que Netflix en un primer momento apenas la publicitó y se estrenó casi de puntillas en la famosa plataforma está Joya de superación personal ambientada en el mundo de la ajedrez a finales de los 50 y durante la década de los 60 del pasado siglo, protagonizada por uno de los mejores personajes femeninos que se han inscrito en televisión en mucho tiempo ( brillantemente interpretado por una fascinante Ania Taylor Joy ) es una de las sensaciones televisivas de este infame 2020. Una serie de la que casi todo el mundo habla y que a todo el mundo le ha encantado y no es para menos. 



  Se cuenta la historia de una niña huérfana que tras morir su madre en un accidente de tráfico, vivirá unos años en un gris y triste orfanato en donde de la mano del bedel aprenderá a jugar al ajedrez y se convertirá en una niña prodigio con un espectacular potencial. A pesar de su éxito en el juego y convertirse en un fenómeno del ajedrez, la serie no obvia algunos aspectos oscuros de su personalidad y vida y  retrata de modo elegante el precio que paga la joven por su ascenso vertiginoso y por su genialidad.


 
  Aunque el ajedrez es uno de los elementos claves de la trama, no hace falta ser un aficionado en el conocer las reglas del juego para disfrutar intensamente de la serie , que logra enganchar desde el primer momento al espectador  y que se convierte en adictiva desde el primer capítulo, siendo el último de los siete episodios el más intenso y emocionante de todos. Basada en una novela del autor de “ El buscavidas “ y “ El color del dinero” ( ya pensó en su día Heath Ledger en llevarlo a la pantalla con Ellen Page ) la serie se beneficia sobre todo del maravilloso trabajo de Taylor Joy, llamada convertirse en una de las actrices más importantes de los próximos años. Un personaje tan atractivo, complejo, carismático y complejo como el de Elizabeth Harmon, precisaba de una actriz de gran talento y personalidad y Taylor Joy lo dota de muchos matices, a veces tímida, otras desbordante, en ocasiones arisca y otras simpática, a veces introvertida y a veces abierta, dura y fría, pero también apasionada y sexy. Harmon es una chica bastante solitaria Y ahora que la vida le ha golpeado con numerosas tragedias, que vuelca su vida sobre un tablero de ajedrez, porque como dice en un momento de la serie, allí se siente cómoda y es algo que ella puede controlar porque es previsible, todo lo contrario de lo que es la vida real.



 Huérfana de padre y madre toda la serie se la pasará buscando alguien que la quiera ( aunque ella firma en un capítulo que le gusta dar sola vamos descubriendo que en realidad eso no es así ) y en cierto modo encuentra en el personaje del bedel que le enseña jugar al ajedrez la figura paterna de la que siempre careció. Los amigos que van encontrando durante los años en los que transcurre la serie y a los que ella parece empeñada en no querer cuidar y conservar, son en realidad su última familia y los únicos que la quiere de verdad. Taylor Joy con sus hipnóticos ojos y su rostro aniñado y a la vez sensual, logra transmitir en muchas ocasiones más con sus silencios y su mirada que con lo diálogos, los conflictos internos y sentimientos del personaje, cuyas adicciones y  su obsesión por el ajedrez,  pondrán a prueba su cordura y su capacidad como jugadora.


 
  Además de su guión  intenso y muy entretenido, su cuidada ambientación de la época es muy detallista, precisa y cuidada. Visualmente impecable y luminosa, con momentos hermosos ( sobre todo en las escenas en Paris, Méjico y Moscú ) y cuenta con una excelente banda sonora con pegadizas y bailables canciones de los 60 de grupos y solistas como the Monkees, Peggy Lee o Shocking blue. Destaca también el elegante, colorista y espectacular vestuario de Beth ( sobre todo en el último episodio ) que conforme gana en confianza en sí misma se vuelve cada vez más atrevido y favorecedor.



 Con sólo siete episodios la serie se pasa volando Y aunque tiene momentos oscuros y tristes, es especial en el primer capítulo y cuando se aborda las adicciones y traumas de la protagonista ( sobre todo en los flashbacks cuando recuerda los momentos vividos con su madre siendo niña ) el sabor de boca final es optimista, emotivo y edificante, dejando al espectador con las emociones a flor de piel.



  Aunque no busque en ningún momento sermonear al espectador, la serie si deja al final un mensaje y una moraleja positiva, una reflexión sobre la amistad, la superación y como levantarse de los fracasos y sacar de ellos y las tragedias de la vida, las fuerzas para no tirar nunca la toalla cuando perseguimos nuestros sueños y valorar a las personas que tenemos a nuestro alrededor que nos quieren y con los que siempre podemos contar.







 ( Taylor Joy durante el rodaje de la serie )
 
 Lo mejor: El fabuloso trabajo de Taylor y hoy en un personaje muy difícil Y que se mete muy pronto al espectador en el bolsillo. 

Lo peor: Algún personaje menos logrado, que su relación en el pasado con su madre carnal esté muy  desdibujada y que nos quedemos al final con ganas de más...



 ( Último plano de la serie ) 

sábado, 14 de noviembre de 2020

Joyas del cine español del siglo XXI ( 2 ) : “ La isla mínima “( 2014 )


De Alberto Rodríguez. 
Reparto: Javier Gutiérrez, Raul Arévalo, Nerea Barros,  Antonio De la Torre, Jesús Castro.
  El mismo año que se estrenaba la aplaudida primera entrega de “ True detective” Alberto Rodríguez sorprendía con este intenso, desasogeante y oscuro thriller con bastantes conexiones de estilo, temática y diseño de los personajes centrales  con la celebrada serie americana, obteniendo un gran éxito de público y crítica y una lluvia de Goyas, confirmando el gran estado de forma del cine policiaco español.


  En la España de 1980, una pareja de policías ( enormes Gutiérrez y Arévalo ) viaja a una pequeña localidad sevillana donde han sido asesinadas unas niñas. En un ambiente opresivo y brutal, con poca colaboración de los lugareños y con la desconfianza de éstos hacia la policía, los dos agentes irán desentrañando con dificultades lo sucedido.



  Rodríguez realiza un film con atmósfera asfixiante, turbia e inquietante en la mejor tradición del cine negro pero con un toque muy español. Si en films americanos como “ La noche se mueve “ , “ Labios ardientes “ o “ Con el agua al cuello” es el caluroso y conservador sur del país americano el lugar donde se desarrolla la acción  del film, aquí es la España profunda recién salida del franquismo, una sociedad machista, desconfiada, brutal y oscurantista, el escenario donde se desarrolla la historia. El director consigue desde el primer momento con los planos hipnóticos aéreos del paisaje con el que arranca el film de modo magistral, envolver al espectador en la intrigante trama con un guión lleno de suspense y gracias a un ritmo sinuoso pero nunca lento, que mantiene el interés del público en todo momento.




 Rodríguez cuenta con un compacto y magnífico dúo protagonista muy compenetrado: un enorme y rudo Javier Gutiérrez ( merecedor del Goya al mejor actor )con un personaje de pocas palabras 
y pasado turbio y oculto de un estilo más propio de la policía de una época que aún no se había ido del todo y un no menos inspirado Raúl Arévalo, que interpreta un policía con una mentalidad más nueva y propia de una democracia. La dicotomía del modo se ser y enfoque de uno y otro es uno de los motores de la película. Junto a ellos un gran elenco de secundarios encabezado por Nerea Barros ( también ganadora del Goya ) Antonio De la Torre que roba protagonismo con su áspero y bruto personaje a la pareja protagonista y el siempre  efectivo Manolo Solo.




 En definitiva, una película que roza el calificativo de obra maestra, con una modélica dirección de Rodríguez, unas interpretaciones de altura y una impecable fotografía y ambientación.

 Lo mejor: El gran trabajo de todo su reparto en especial de Gutiérrez y su ambientación.
 Lo peor: Nada.

martes, 10 de noviembre de 2020

“ On the rocks” : El show de Bill Murray



Dirección: Sophia Coppola.
Reparto : Rashida Jones, Bill Murray, Marlon Wayans.
  Bill Murray debe mucho en su renacer como actor de culto en las últimas dos décadas a Sophia Coppola, la hija del gran Francis revitalizó su carrera con aquel caramelo de personaje que le escribió en la emotiva “ Lost in translation “ . Casi 20 años después, se reencuentran en esta divertida y por momentos amarga historia sobre las difíciles relaciones padre e hija con ecos del cine de Woody Allen.
  Una mujer de treinteañera ( Jones ) en crisis creativa como escritora, con una vida monótona y repetitiva y un matrimonio que ha perdido pasión e intimidad con las dos hijas pequeñas que absorben su día a día , empieza a sospechar que su marido ( Wayans ) que está continuamente viajando, le es infiel, cuando le cuenta su sospechas a su padre ( Murray ) un playboy mujeriego y bon  Vivant, ambos deciden seguirle..



  Coppola dirige quizá su película más sencilla y menos pretenciosa y posiblemente más asequible para el gran público. Sustenta toda la cinta en el estupendo trabajo de su dúo protagonista ( Wayans no obstante tiene un personaje menos agraciado,  sobre el que gira la sospecha de la pareja protagonista y realiza una interpretación más gris y sosa, quizá necesaria para su personaje que desde el inicio no cae bien al espectador) Aunque es Murray y su carisma desbordante el que se lleva el gran protagonismo de la película,  la interpretación de Jones es magnífica. Su personaje de mujer hermosa, pero que no saca partido a su belleza, de actitud  triste y apocada, crece en las escenas con su padre, siendo el duelo interpretativo con el protagonista de “ Cazafantasmas “ sus mejores momentos. Murray borda su personaje de un ya casi anciano seductor impertérrito, amante de la buena vida, de la bebida a cualquier hora del día,  de mentalidad machista y ansía  recuperar la relación perdida con su hija tras su traumático divorcio tras una infidelidad a su exmujer y madre de ésta. Más comedido en sus tics que en otras películas, el veterano actor se mete rápidamente al espectador en el bolsillo con un personaje de un encantado irresistible,  entrañable y lleno de matices por debajo de su  apariencia  superficial, esconde a un tipo solitario, deseoso de ejercer como padre y abuelo, que no sería de extrañar diese a Murray su segunda nominación al Oscar.


( La directora da instrucciones a la pareja protagonista en una de las más divertidas escenas del film )

  Película de visionado agradable y ágil, Coppola da a la cinta un ritmo pausado, pero en ningún momento se hace lenta ni monótona, su hermosa fotografía de Nueva York y los escenarios de la mítica ciudad por donde se mueven los personajes y su banda sonora a ritmo de jazz, recuerdan al cine más maduro de Woody Allen de los 80 y 90, aunque en este caso, a pesar de la trama inicial gira entorno a la crisis de pareja,los celos y una posible infidelidad ( temas muy propios también del famoso cineasta neoyorquino ) en realidad el tema central de la película es la relación paternal que se establece entre el veterano seductor padre y la hija treintañera en medio de una crisis vital, sin olvidar el tema igualmente muy presente la película,  de la soledad y la necesidad de que nos quieran en el sentido más amplio del término tanto familiarmente como en la  pareja, al fin y al cabo el personaje de “peque “ (  la hija ) está acompañada  de su marido y sus hijas mientras que en el del padre, en otoño de su vida, se encuentra solo y necesita reencontrarse con su hija para en cierto modo dar un sentido y alegría a una vida más gris de lo que su lujosa existencia parecen aparentar, buscando redimirse de los errores cometidos en el pasado con la madre de ésta.



Lo mejor: El carisma de Murray, la excelente interpretación tanto de este como de Rashida Jones y Nueva York.
Lo peor: El personaje de Wayans mas flojo y desdibujado.