sábado, 14 de noviembre de 2020

Joyas del cine español del siglo XXI ( 2 ) : “ La isla mínima “( 2014 )


De Alberto Rodríguez. 
Reparto: Javier Gutiérrez, Raul Arévalo, Nerea Barros,  Antonio De la Torre, Jesús Castro.
  El mismo año que se estrenaba la aplaudida primera entrega de “ True detective” Alberto Rodríguez sorprendía con este intenso, desasogeante y oscuro thriller con bastantes conexiones de estilo, temática y diseño de los personajes centrales  con la celebrada serie americana, obteniendo un gran éxito de público y crítica y una lluvia de Goyas, confirmando el gran estado de forma del cine policiaco español.


  En la España de 1980, una pareja de policías ( enormes Gutiérrez y Arévalo ) viaja a una pequeña localidad sevillana donde han sido asesinadas unas niñas. En un ambiente opresivo y brutal, con poca colaboración de los lugareños y con la desconfianza de éstos hacia la policía, los dos agentes irán desentrañando con dificultades lo sucedido.



  Rodríguez realiza un film con atmósfera asfixiante, turbia e inquietante en la mejor tradición del cine negro pero con un toque muy español. Si en films americanos como “ La noche se mueve “ , “ Labios ardientes “ o “ Con el agua al cuello” es el caluroso y conservador sur del país americano el lugar donde se desarrolla la acción  del film, aquí es la España profunda recién salida del franquismo, una sociedad machista, desconfiada, brutal y oscurantista, el escenario donde se desarrolla la historia. El director consigue desde el primer momento con los planos hipnóticos aéreos del paisaje con el que arranca el film de modo magistral, envolver al espectador en la intrigante trama con un guión lleno de suspense y gracias a un ritmo sinuoso pero nunca lento, que mantiene el interés del público en todo momento.




 Rodríguez cuenta con un compacto y magnífico dúo protagonista muy compenetrado: un enorme y rudo Javier Gutiérrez ( merecedor del Goya al mejor actor )con un personaje de pocas palabras 
y pasado turbio y oculto de un estilo más propio de la policía de una época que aún no se había ido del todo y un no menos inspirado Raúl Arévalo, que interpreta un policía con una mentalidad más nueva y propia de una democracia. La dicotomía del modo se ser y enfoque de uno y otro es uno de los motores de la película. Junto a ellos un gran elenco de secundarios encabezado por Nerea Barros ( también ganadora del Goya ) Antonio De la Torre que roba protagonismo con su áspero y bruto personaje a la pareja protagonista y el siempre  efectivo Manolo Solo.




 En definitiva, una película que roza el calificativo de obra maestra, con una modélica dirección de Rodríguez, unas interpretaciones de altura y una impecable fotografía y ambientación.

 Lo mejor: El gran trabajo de todo su reparto en especial de Gutiérrez y su ambientación.
 Lo peor: Nada.

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