martes, 10 de noviembre de 2020

“ On the rocks” : El show de Bill Murray



Dirección: Sophia Coppola.
Reparto : Rashida Jones, Bill Murray, Marlon Wayans.
  Bill Murray debe mucho en su renacer como actor de culto en las últimas dos décadas a Sophia Coppola, la hija del gran Francis revitalizó su carrera con aquel caramelo de personaje que le escribió en la emotiva “ Lost in translation “ . Casi 20 años después, se reencuentran en esta divertida y por momentos amarga historia sobre las difíciles relaciones padre e hija con ecos del cine de Woody Allen.
  Una mujer de treinteañera ( Jones ) en crisis creativa como escritora, con una vida monótona y repetitiva y un matrimonio que ha perdido pasión e intimidad con las dos hijas pequeñas que absorben su día a día , empieza a sospechar que su marido ( Wayans ) que está continuamente viajando, le es infiel, cuando le cuenta su sospechas a su padre ( Murray ) un playboy mujeriego y bon  Vivant, ambos deciden seguirle..



  Coppola dirige quizá su película más sencilla y menos pretenciosa y posiblemente más asequible para el gran público. Sustenta toda la cinta en el estupendo trabajo de su dúo protagonista ( Wayans no obstante tiene un personaje menos agraciado,  sobre el que gira la sospecha de la pareja protagonista y realiza una interpretación más gris y sosa, quizá necesaria para su personaje que desde el inicio no cae bien al espectador) Aunque es Murray y su carisma desbordante el que se lleva el gran protagonismo de la película,  la interpretación de Jones es magnífica. Su personaje de mujer hermosa, pero que no saca partido a su belleza, de actitud  triste y apocada, crece en las escenas con su padre, siendo el duelo interpretativo con el protagonista de “ Cazafantasmas “ sus mejores momentos. Murray borda su personaje de un ya casi anciano seductor impertérrito, amante de la buena vida, de la bebida a cualquier hora del día,  de mentalidad machista y ansía  recuperar la relación perdida con su hija tras su traumático divorcio tras una infidelidad a su exmujer y madre de ésta. Más comedido en sus tics que en otras películas, el veterano actor se mete rápidamente al espectador en el bolsillo con un personaje de un encantado irresistible,  entrañable y lleno de matices por debajo de su  apariencia  superficial, esconde a un tipo solitario, deseoso de ejercer como padre y abuelo, que no sería de extrañar diese a Murray su segunda nominación al Oscar.


( La directora da instrucciones a la pareja protagonista en una de las más divertidas escenas del film )

  Película de visionado agradable y ágil, Coppola da a la cinta un ritmo pausado, pero en ningún momento se hace lenta ni monótona, su hermosa fotografía de Nueva York y los escenarios de la mítica ciudad por donde se mueven los personajes y su banda sonora a ritmo de jazz, recuerdan al cine más maduro de Woody Allen de los 80 y 90, aunque en este caso, a pesar de la trama inicial gira entorno a la crisis de pareja,los celos y una posible infidelidad ( temas muy propios también del famoso cineasta neoyorquino ) en realidad el tema central de la película es la relación paternal que se establece entre el veterano seductor padre y la hija treintañera en medio de una crisis vital, sin olvidar el tema igualmente muy presente la película,  de la soledad y la necesidad de que nos quieran en el sentido más amplio del término tanto familiarmente como en la  pareja, al fin y al cabo el personaje de “peque “ (  la hija ) está acompañada  de su marido y sus hijas mientras que en el del padre, en otoño de su vida, se encuentra solo y necesita reencontrarse con su hija para en cierto modo dar un sentido y alegría a una vida más gris de lo que su lujosa existencia parecen aparentar, buscando redimirse de los errores cometidos en el pasado con la madre de ésta.



Lo mejor: El carisma de Murray, la excelente interpretación tanto de este como de Rashida Jones y Nueva York.
Lo peor: El personaje de Wayans mas flojo y desdibujado.

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