Dirección: Don Siegel.
Reparto: Lee Marvin, John Cassavettes, Angie Dickinson, Ronald Reagan.
Remake de “ Foragidos” ( 1946 ) que lanzó a la fama a Burt Lancaster y Ava Gardner, dirigida con nervio y precisión por Don Siegel, pocos años antes de convertir en expeditivo policía políticamente incorrecto a Clint Eastwood en “ La jungla humana “ ( 1968 ) y sobre todo en “ Harry el sucio “ ( 1971 ). Con una violencia descarnada y brutal ( por ejemplo la que sufre el personaje de Sheila - Dickinson - ) inusual para su época , narra como dos asesinos profesionales ( uno de ellos un excepcional Lee Marvin - un año después de su duelo con John Wayne en “ La taberna del irlandés “ y dos años de ganar el Oscar - )que tras matar a un hombre por encargo, investigan su pasado, intrigados de que se dejase matar mansamente sin oponer resistencia. A través de varios flashback se nos cuenta la historia de amor de éste ( Cassavettes ) y un sexy mujer de ambiguas intenciones ( una maravillosa Dickinson ) y la planificación y ejecución de un atraco.
Con un ritmo tan ágil como el atraco que cuenta el film, una de las peculiaridades de la película es que el protagonista ( Marvin ) es un frío asesino, ambicioso y que no duda en pegar a una mujer y a pesar de eso ( posiblemente porque sus rivales son más despreciables que él ) el espectador desea que a averigüe quien le encargó matar personaje de Cassavettes y que le arrebate el dinero del atraco…
Como en casi todos los clásicos del cine negro, es una mujer ambiciosa, turbadora y traicionera la que lleva a la perdición al protagonista, que suele ser un tipo enamorado hasta la médula de la “ femme fatale” y manipulado a su antojo por ésta. Angie Dickinson presta su rostro angelical y su cuerpo sexy y esbelto a un personaje que el espectador duda durante toda la trama a que carta juega y si engaña al piloto Johnny ( Cassavettes) o al gánster interpretado por Ronald Reagan 4 años antes de ser elegido gobernador de California y cuyo odioso, agresivo, machista y desconfiado personaje, se aleja de los papeles más heroicos a los que estaba acostumbrado a interpretar.
Film lleno de personajes egoístas, violentos y sin escrúpulos, se trata de una película muy moderna para su tiempo, que homenajea el cine negro más clásico, pero también muestra un estilo, personajes y códigos morales más cercanos al cine policiaco de fines de mis 60 y de los 70, en los que Siegel sería un maestro.
Con un ritmo tan ágil como el atraco que cuenta el film, una de las peculiaridades de la película es que el protagonista ( Marvin ) es un frío asesino, ambicioso y que no duda en pegar a una mujer y a pesar de eso ( posiblemente porque sus rivales son más despreciables que él ) el espectador desea que a averigüe quien le encargó matar personaje de Cassavettes y que le arrebate el dinero del atraco…
Como en casi todos los clásicos del cine negro, es una mujer ambiciosa, turbadora y traicionera la que lleva a la perdición al protagonista, que suele ser un tipo enamorado hasta la médula de la “ femme fatale” y manipulado a su antojo por ésta. Angie Dickinson presta su rostro angelical y su cuerpo sexy y esbelto a un personaje que el espectador duda durante toda la trama a que carta juega y si engaña al piloto Johnny ( Cassavettes) o al gánster interpretado por Ronald Reagan 4 años antes de ser elegido gobernador de California y cuyo odioso, agresivo, machista y desconfiado personaje, se aleja de los papeles más heroicos a los que estaba acostumbrado a interpretar.
Film lleno de personajes egoístas, violentos y sin escrúpulos, se trata de una película muy moderna para su tiempo, que homenajea el cine negro más clásico, pero también muestra un estilo, personajes y códigos morales más cercanos al cine policiaco de fines de mis 60 y de los 70, en los que Siegel sería un maestro.
Lo mejor : Un Lee Marvin duro como una piedra, la sensualidad de Dickinson y su ritmo narrativo.
Lo peor: Estaba pensada como primer episodio de una serie y tiene en algunos momentos un aire televisivo que no le beneficia.
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