domingo, 19 de enero de 2014

Clásicos para descubrir: "La huella" jugando con fuego

Dirección: Joseph Mankiewictz.
Reparto: Lawrence Olivier, Michael Caine.
   Andrew Wyke (Laurence Olivier) es un prestigioso escritor de novelas policíacas . Además, su pasión por los juegos de ingenio y las adivinanzas lo ha llevado a convertir su gran mansión victoriana en una especie de museo, donde se exponen los juguetes y mecanismos más extravagantes. Una tarde, invita a su casa a Milo Tindle (Michael Caine), amante de su mujer y propietario de una cadena de salones de belleza, para proponerle un ingenioso plan del que ambos podrían salir beneficiados, pero el sardónico plan de Wyke es más diabólico de lo que Tindle espera...
   " La huella" es la última película de Joseph Mankiewictz, un cineasta enorme que fue director, tras pasar antes por productor y guionista, siendo considerado uno de los mejores directores de actores del Hollywood clásico, autor de clásicos de la talla de "Eva al desnudo", " Cleopatra", " La condesa descalza " y "Julio César" y ganador de 4 oscars (  dos como director y dos como guionista )  y productor de películas como "Historias de Filadelfia"  cansado de los derroteros del Hollywood de la época en la que ya no encontraba su sitio , decidió decepcionado por la mala recepción de sus últimas películas, abandonar la dirección regalando al público como testamento  este complejo, sádico y mordaz juego del gato y el ratón. 
   Basada en una famosa obra de teatro de la época ( el film se abre y cierra con un telón ) toda la acción la soportan únicamente dos enormes actores, que representan lo mejor del pasado y el presente en aquel momento del cine británico: Olivier en el que sería su última película destacable y Caine que había debutado 8 años antes y que estaba en el mejor momento de su carrera  y ambos serían nominados al Óscar, que ganaría Marlon Brando por "El Padrino"  ( Olivier ya lo había ganado por " Hamlet" y Caine lo ganaría día veces, en 1986 y 1999 )
  A lo largo de más de dos horas, Olivier y Caine dan un recital de engaños y trucos en los que la humillación del contrario y la lucha de clases están en el trasfondo del enfrentamiento entre ambos, que acabará siendo literalmente a vida o muerte sin que la trama en ningún momento se haga lenta o aburrida a pesar de existir sólo dos personajes. Los dos actores pasan a lo largo de la película por todo tipo de variados registros: dramático, cómico, ridículo... siendo en algunos momentos Olivier el malo ( un estirado , clasista, rancio y pedante escritor que desprecia a su oponente al que considera un "spaguetti" arribista seductor de damas casadas y maduras ) y Caine la víctima del desprecio y humillante juego de Wyke y en otras ocasiones lo contrario, siendo Caine el que muta en un vengativo personaje que busca pisotear moralmente al anticuado caballero inglés que interpreta Olivier por el que acaba sintiendo lástima el espectador  ) ambos en definitiva son dos farsantes que acaban entrando en un juego aparentemente inocente pero en el fondo muy cruel que degenera en una humillación mutua que escapa de las manos de los dos contendientes y que tendrá un final que dejara helado al espectador. La película es por ello un mordaz juego en donde nada es lo que parece y que envuelve a los espectadores en una trama sorprendente y llena de falsedades y mentiras que se sustenta en un recital soberbio de su pareja protagonista. La película es además una ácida crítica social a las clases altas británicas y a sus vicios, que presenta el choque entre el pasado victoriano ya superado que encarna un decadente Olivier y la nueva Inglaterra más cosmopolita y multirracial que representa el personaje de Caine. Una película muy teatral que sabe engañar al público con habilidad y que no decepcionara a los amantes del cine negro, así como a los admiradores de sus dos actores protagonistas.
   Lo mejor: el duelo Olivier-Caine.
   Lo peor: su puesta en escena muy teatral.
   

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