Dirección: John Landis.
Reparto: Eddie Murphy, Arsenio Hall, Shari Headley, James Earl Jones, John Amos.
En 1988 Eddie Murphy era uno de los actores más taquilleros del cine americano Y todo lo que tocaba lo convertía en oro . Después de ser una de las estrellas indiscutibles del mítico Show televisivo “ Saturday night live “ había encadenado un éxito tras otro ( “ Límite 48 horas”, Entre pillos anda el juego”, “ El chico de oro “ y sobre todo las dos primeras entregas de “ Súperdetective en Hollywood” ) gracias a ello podía impulsar el proyecto que le diese la gana y así surgió esta emblemática comedia que fue uno de los films más taquilleros de año y de la que ahora se estrena en breve su esperada y sorprendente secuela.
Para dirigir la película se puso a los mandos John Landis, que ya había trabajado con Murphy en “Entre pillos anda el juego” y volvería a dirigir al actor en la fallida tercera parte de “ Súperdetective en Hollywood” y había sido el responsable de la emblemática “ Granujas a todo ritmo”. Al revés que casi todos los éxitos anteriores de Murphy, no se trataba de una comedia de acción, sino de una comedia pura, con un toque de cuento de hadas ( su argumento en cierto modo recuerda a la Cenicienta con principe azul incluido ) El actor interpreta al príncipe heredero de un reino imaginario africano que escapa de la corte el secreto ( guiño a “ Vacaciones en Roma “ ) y viaja con un sirviente a Nueva York de incógnito con el fin de encontrar una mujer de la que enamorarse cuando sus padres intentan imponerle una prometida a la que no quiere como futura reina.
Sin duda el carisma de Murphy y Arsenio Hall son los fuertes de la función. Los dos actors interpretan varios personajes ( algo que repetiría Murphy en su éxito “ El profesor chiflado “ ) entre los que destacan el peculiar Reverendo interpretado por Hall, el desternillante cantante Randy Jackson alias “ Chocolate sexy “ o los cachondos ancianos de la barbería. Junto a ellos el siempre imponente James Earl Jones como el egregio rey de Zamunda.
Aunque ha envejecido bien, la película presenta un sentido del humor muy característico de los 80, que probablemente hoy día sería difícil de ver en una comedia en los tiempos actuales de corrección política ( sus bromas sobre los afroamericanos y algunos toques picantes ) con el choque de culturas entre el idílico reino africano del que procede Akeem ( Murphy ) y el Nueva York humilde que muestra el film como motor de la historia y una relación amorosa aparentemente imposible que se resuelve de un modo muy edulcorado como trasfondo argumental. Los guionistas no obstante no arriesgan demasiado al igual que Landis cuya realización es bastante convencional, dejando que el film destaque fundamentalmente por el carisma, histrionismo y vis cómica de Murphy y Hall.
En definitiva, una entretenida, ágil y encantadora comedia que con los años se ha convertido en un título de culto para los espectadores ochenteros, con personajes inolvidables ( sobre todo los secundarios ) una historia agradable de cuentos hadas y un puñado de escenas y frases desternillantes ( toda la secuencia del reverendo y “ Chocolate sexy “ o la llegada de Akeem y su sirviente al barrio pobre neoyorquino “ Sí, que te jodan a ti también “ )
Lo mejor: El talento camaleónico de Murphy ( en su mejor momento antes de iniciar la cuesta abajo posterior de su carrera ) y Arsenio Hall.
Para dirigir la película se puso a los mandos John Landis, que ya había trabajado con Murphy en “Entre pillos anda el juego” y volvería a dirigir al actor en la fallida tercera parte de “ Súperdetective en Hollywood” y había sido el responsable de la emblemática “ Granujas a todo ritmo”. Al revés que casi todos los éxitos anteriores de Murphy, no se trataba de una comedia de acción, sino de una comedia pura, con un toque de cuento de hadas ( su argumento en cierto modo recuerda a la Cenicienta con principe azul incluido ) El actor interpreta al príncipe heredero de un reino imaginario africano que escapa de la corte el secreto ( guiño a “ Vacaciones en Roma “ ) y viaja con un sirviente a Nueva York de incógnito con el fin de encontrar una mujer de la que enamorarse cuando sus padres intentan imponerle una prometida a la que no quiere como futura reina.
Sin duda el carisma de Murphy y Arsenio Hall son los fuertes de la función. Los dos actors interpretan varios personajes ( algo que repetiría Murphy en su éxito “ El profesor chiflado “ ) entre los que destacan el peculiar Reverendo interpretado por Hall, el desternillante cantante Randy Jackson alias “ Chocolate sexy “ o los cachondos ancianos de la barbería. Junto a ellos el siempre imponente James Earl Jones como el egregio rey de Zamunda.
( Landis y Murphy durante el rodaje del film )
Aunque ha envejecido bien, la película presenta un sentido del humor muy característico de los 80, que probablemente hoy día sería difícil de ver en una comedia en los tiempos actuales de corrección política ( sus bromas sobre los afroamericanos y algunos toques picantes ) con el choque de culturas entre el idílico reino africano del que procede Akeem ( Murphy ) y el Nueva York humilde que muestra el film como motor de la historia y una relación amorosa aparentemente imposible que se resuelve de un modo muy edulcorado como trasfondo argumental. Los guionistas no obstante no arriesgan demasiado al igual que Landis cuya realización es bastante convencional, dejando que el film destaque fundamentalmente por el carisma, histrionismo y vis cómica de Murphy y Hall.
En definitiva, una entretenida, ágil y encantadora comedia que con los años se ha convertido en un título de culto para los espectadores ochenteros, con personajes inolvidables ( sobre todo los secundarios ) una historia agradable de cuentos hadas y un puñado de escenas y frases desternillantes ( toda la secuencia del reverendo y “ Chocolate sexy “ o la llegada de Akeem y su sirviente al barrio pobre neoyorquino “ Sí, que te jodan a ti también “ )
Lo mejor: El talento camaleónico de Murphy ( en su mejor momento antes de iniciar la cuesta abajo posterior de su carrera ) y Arsenio Hall.
Lo peor: Que a algunos les parezca que podía haber arriesgado más.
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