jueves, 28 de mayo de 2015

Cine y Derecho II: " Matar a un ruiseñor "

Dirección: Robert Mulligan 
Año: 1962
Reparto: Gregory PeckMary Badham, Phillip Alford, John Megna, Ruth White, Paul Fix, Brock Peters, Frank Overton
Atticus Finch, el ejemplar personaje interpretado por un inmenso Gregory Peck ( Óscar al mejor actor ) ha pasado a la historia como el símbolo del abogado honesto e íntegro defensor de las causas perdidas. Finch un hombre viudo con dos hijos pequeños acepta la defensa de un joven de color acusado injustamente de violar a una chica blanca. El caso le reportará el rechazo de muchos de sus vecinos y la admiración de sus conciudadanos negros.
" Matar a ruiseñor " no es sólo un modélico ejemplo de cine de juicios, es además una hermosa película sobre la infancia, una historia iniciática en que los dos adorables hijos de Atticus despiertan a la dura realidad que les rodea y asistirán incrédulos al juicio de su padre y a la reacción de sus vecinos ante el mismo ( inolvidable la escena del intento de linchamiento al detenido que defiende Finch ) . La película es también un alegato comprometido y apasionado contra el racismo muy presente en el profundo sur de los Estados Unidos en la época donde transcurre la acción.
   Rodada durante la administración Kennedy caracterizada por su avance en la lucha contra la discriminación  racial y en favor de los derechos civiles de los afroamericanos, la  película se convirtió en un clásico instantáneo. Dirigida por Robert Mulligan, procedente del medio televisivo junto a otros autores como Sídney Lumet o Arthur Penn que renovarían el cine americano de los 60 y 70 dándole un aire más maduro y realista, la cinta está narrada a través de los ojos cada vez menos inocente de la hija de Peck ( un indudable acierto narrativo del guión basado en la maravillosa novela de Harper Lee premiada con el Pulitzer) que cuenta la historia ya madura basándose en los recuerdos de su niñez.
La narradora y hermano se ven obligados ante los acontecimientos que les rodean y que no entienden a madurar de golpe y a enfrentarse a un mundo del odio y racismo que les rodean. Descubrirán también la existencia de un misterioso personaje ( un gran y muy jóven Robert Duval ) que vive encerrado y oculto a los demás en una casa cercana a la de los niños a los que fascina el misterio de su identidad y las razones de su encierro y cuya aparición final es clave en el final de la película. La película trata igualmente de la paternidad y la relación entre padres e hijos, mostrando la dificultad con la que el viudo Atticus debe de educar con valores a sus hijos a pesar  de estar rodeados de un ambiente hostil por su trabajo.

 La parte judicial de la trama tiene mas peso en el film que en la novela de Lee y en ella se nos muestra el muy habitual caso del cine americano del abogado bueno e integro que defiende a un inocente injustamente acusado. Asistimos a la brillantes con la que Peck desmonta en sus interrogatorios la tesis de la violación de la que acusan a su cliente y como a pesar de su gran trabajo  en la vista, choca con el muro del racismo y la sinrazón.
Galardonada también con el Oscar al mejor guión adaptado, a pasar de la lluvia de Óscar a la mítica " Lawrence de Arabia",  la cinta sabe combinar con gran acierto la trama judicial y la trama iniciática de los niños y su curiosidad por todo lo que ven incrédulos e intrigados a su alrededor.
Lo mejor: El gran trabajo de Peck, su guión y la interpretación de los niños.

Lo peor: Que su final no guste a todos los espectadores.



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