domingo, 17 de octubre de 2021

“ Sin tiempo para morir” Final de viaje.



Dirección: Cory J. Fukunaga.
Reparto: Daniel Craig, Lea Sydoux, Ralph Fiennes, Rami Malek, Lashana Lynch, Ben Wishaw, Christopher Waltz, Ana de Armas, Jeffrey Wright.

 Tras 15 años y cuatro muy solventes películas ( brillando en especial las memorables “ Casino Royale” y “ Skyfall” ) llega el final de la segunda mejor etapa cinematográfica del personaje creado por Ian Fleming y sin duda ninguna de las 24 anteriores aventuras de 007 está generando y generará en un futuro tanta controversia entre los bondianos como éste canto de cisne de Daniel Craig como James Bond. Un final sorprendente y épico en el que Bárbara Broccoli y Michael G. Wilson hacen un radical apuesta para muchos ( entre los que me encuentro ) innecesaria para la saga y para el personaje.



  “ Sin tiempo para morir” se puede analizar desde dos puntos de vista: como cinta  de acción y como película de 007. Desde el primer enfoque, el film es un espectáculo visual y está plagado de escenas de tiroteos, persecuciones, peleas y una gran explosión final de la guarida del malo, siendo las mejores escenas de acción la trepidante persecución en la hermosa ciudad italiana de Matena, el tiroteo en Cuba con una pizpireta y simpática Ana de Armas y la escena con aire de western en el bosque noruego. La ejecución de estas escenas es modélica y deja al espectador pegado a la butaca y a pesar de sus 163 minutos estas secuencias, el ritmo que imprime el director y el magnífico trabajo de todo el elenco de actores y actrices hacen que sea una película que se pasa volando. Pero como film Bond, entiendo muchas de las críticas que se han hecho a la película sobre todo desde los fans más “ puristas” del personaje.



  El Bond creado por Fleming era un tipo elegante, de gustos caros, amante de la buena vida, individualista, solitario, machista, alérgico al compromiso amoroso y a la autoridad y muy violento. El primer Connery representó muy bien estas notas del personaje literario y con Moore no obstante evolucionó a una caricatura del mismo, más mujeriego y con más humor y espectacularidad. Timothy Dalton y Pierce Brosnan ( en un primer momento ) intentaron volver a un personaje más realista y cercano al espíritu original, aunque las últimas cintas de Brosnan fueron una locura . Daniel Craig ( una elección muy criticada en su día ) devolvió al Bond más cercano a Fleming y humanizó y dio un poso más complejo y atormentado al personaje, que algunos no gustó, pero que indudablemente actualizó y mejoró el personaje sin traicionar su esencia original. Su enamoramiento de la turbadora, misteriosa y complicada Madeleine Swann ( maravillosa Lea Sydoux ) y su abandono del servicio secreto, así como el descubrimiento de un Bond más vulnerable, inseguro emocionalmente e incluso tierno, que empezó con “ Spectre “ y que ya se vio en su tortuosa relación con Vesper Lynd ( junto a Sidoux, seguramente la chica Bond más interesante y profunda de toda la saga ) avanza aún más en este última entrega . Por mi parte nada que objetar, frente a los que hablan de un Bond “ moñas “, a esta exploración  más íntima, enamorada y atribulada sentimentalmente del personaje, que no veo que traicione a Fleming. Bond mantiene sus sellos de identidad: mata ( quizá sea el film donde da pasaporte a más malos de toda la serie ) coquetea con mujeres ( con la nueva 007 y con una babeante Armas ) se enfrenta a M ( en sus dos discusiones con un hierático Fiennes saltan chispas ) va por libre y no sigue las reglas ( su relación de camaradería más allá del trabajo con Q y Moneypenny iniciada en Spectre va más allá en esta película) es chulo, viste trajes de Tom Ford, se mueve movido por el ánimo de vengar a un amigo y lucha con Spectra ¿ eso es traicionar a Bond ? y sí, está enamorado ( pero en algunas novelas también lo hace ) Lo más criticable no obstante de la película como film de James Bond, es su final del que hablaremos sin spoilers más adelante.




  Tras dejar de nuevo el servicio secreto ( ya lo hizo al inicio de “ Skyfall” ) Bond y Madeleine tratan de dejar atrás su pasado para poder hacer avanzar su relación, pero los secretos entre ambos y heridas que no terminan de cicatrizar, parecen demasiado fuertes y no harán fácil su historia de amor. Felix Leiter ( Wright ) acude en busca de su amigo Bond para que le ayude en una misión. Lo profesional y lo personal se entremezclarán de un modo peligroso e inquietante. El reencuentro con Blofeld ( Waltz ) y el regreso de los fantasmas del pasado de Bond ( Vesper ) y de Madeleine y la aparición de un nuevo 007 añadirán interés a una complicada trama..



  Kurunaga, que sustituye a Danny Boyle que tuvo “ diferencias creativas “ con los productores,  está a la altura del mito y dirige con pulso firme las abundantes escenas de acción y dosifica muy bien éstas con los interludios románticos e instropectivos. Su hermosa y evocadora fotografía brilla en los momentos de acción y en los más lentos y luce especialmente en toda la secuencia en Italia y en escena inicial y en casi final ambientadas en los paisajes desolados en Noruega  . La cinta además  está llena de de guiños a la saga que los grandes bondianos seguro que apreciarán: el regreso de Spectra ( ya presente en la entrega anterior ) que estaba desaparecida de la franquicia desde la era Connery, los cuadros de los M de las películas anteriores de Moore y de Brosnan y Craig que aparecen junto al nuevo M, la mítica Walter PPK usada en la época Connery sobre todo, los dos Aston Martin ( el DB5 de la etapa Connery que recuperó Craig en “ Spectre” y el V8 de Timothy Dalton ) el regreso a Jamaica donde vivió Fleming y se rodaron la primera película de Connery y la primera de Moore, la reaparición de Cuba ( presente en la última aventura de Brosnan ) una nueva aparición del agente de la CÍA Leiter, las melodías y tema central de “ Al servicio secreto de su majestad “ …



 Como viene sucediendo en muchos films actuales la influencia del movimiento  “me too” y de la  corrección política está desgraciadamente muy presente y se hacen demasiadas concesiones  ( en los  títulos de crédito ya no aparecen mujeres desnudas y Bond no fuma - aunque curiosamente los personajes beben como cosacos- y sustituta como 007 en el M16 es una mujer y negra ). No está mal actualizar al personaje y suavizar determinados comportamientos sexistas que en los 60 y 70 no estaban mal vistos y ahora han quedado superados, pero ello no debe llevar a perder la esencia del personaje y de la serie.



Al igual que ha sucedido con las anteriores cintas de Craig, el reparto ( el actor se ha enfrentado en sus films a tres ganadores del Oscar al mejor actor o actor de reparto y ha estado a las órdenes de una M ganadora del Óscar ) es de campanillas. Ana de Armas realiza una corta pero divertida intervención, metiéndose con su simpatía y su belleza al espectador en el bolsillo en una de las mejores secuencias de toda la película y de toda la etapa de Craig. Christopher Waltz repite como Blofeld ( su escena con Bond recuerda a las de Jodie Foster y Hopkins en “ El silencio de Los Corderos” ) y Ralph Fiennes por tercera vez cómo es estirado y frío M, pero sobre todos los demás brillan tanto la enigmática Lea Sydoux como Madeleine con una gran química con Craig y grandes momentos como su conversación telefónica final con Bond y como un Craig con más momentos emotivos que en otras cintas y que cumple de modo sobresaliente en las exigentes escenas de acción cuerpo a cuerpo y sus duelos interpretativos de gran altura con Fiennes, Sedoux y Waltz. El actor inglés ha hecho suyo de un modo impresionante  al personaje, dándole mayor dureza ( a veces excesiva ) y más matices ( más vulnerabilidad, más inseguridades y mayor realismo
) poniendo para su sucesor el listón muy alto. Rami Malek, es no obstante un malvado algo fallido, su interpretación es magnifica, pero aparece muy poco y el personaje está desdibujado y sus motivaciones no están bien explicadas. El siempre grande Hans Zimmer firma una efectiva banda sonora, con melodías evocadoras y románticas como la que acompaña a los amantes que homenajea y está a la altura del gran John Barry.



 Es en su impactante y emotivo final donde el film se la juega. Había varias opciones de cerrar con dignidad y por la puerta grande el ciclo Craig y la escogida no me ha gustado nada, es un final épico e inolvidable, pero no me ha parecido acertado. Y era difícil terminar esta “ mini serie “ Bond dentro de la serie Bond, porque al revés que las películas de la etapa Connery ( 6 cintas oficiales y una no oficial ) Moore ( siete ) o Brosnan ( cuatro ) las cinco  últimas películas tenían un hilo conductor que las conectaban entre sí, con un inicio ( “ Casino Royale “ con la traición y la trágica muerte de Vesper , un nudo con la venganza bondiana en “ Quantum of solace “ y “ Skyfall “  y finalmente un desenlace con “ Spectre “ y “ Sin tiempo para morir “ - que en realidad su secuela - ) y poner el epílogo a esta etapa debía ser a lo grande, a la altura de las anteriores películas y que dejase una gran recuerdo y no creo que se haya conseguido del todo. El final es espectacular e intenso emocionalmente, pero deja un extraño sabor de boca. Como guiño a “ Al servicio secreto de su majestad “ ( hasta ahora probablemente el filme más polémico  de la franquicia ) cuyo recuerdo y melodía está muy presente en toda la película, el film termina de un modo hermoso con la voz ronca de Louis Amstrong tras ver alejarse el Aston Martin que condujese Timothy Dalton en “ Alta tensión” y abrirse nuevas incógnitas para el futuro de la saga.



Lo mejor : El gran trabajo de todo su reparto ( en especial Daniel Craig, la bella score de Zimmer, deLea Sydoux y De Armas ) sus guiños nostálgicos, una fotografía espectacular y sus vibrantes escenas de acción.
Lo peor: Un Malek desaprovechado y un final polémico y seguramente innecesario.



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