sábado, 21 de marzo de 2020

“ 50 películas que hay que ver antes de morir ( 6 )” El maquinista de la General “ ( 1926 )




Dirección: Buster Keaton y Clyde Bruckman. 
  Eclipsado ya en su época y en los años posteriores por su coetáneo el gran Charles Chaplin, Buster Keaton es sin duda uno de los gigantes del cine cómico norteamericano. Casi olvidado desde la década de los 30, lo cual le hizo caer en el alcohol, Chaplin lo llamó para un corto papel en la emotiva “ Candilejas” ( 1952 ) poco después de recibir una gran ovación del público en el Festival de Venecia en 1966, fallecía a los 70 años. Keaton empezó en el cine en 1917 de la mano de un famosísimo Fatty Arbukle ( cuando todo “ Hollywood” le dio la espalda, Keaton fue el único que le defendió ) y en la década de los 20 dirigió varias obras impresionantes entre las que destaca por encima de todo, “ El maquinista de la General “ . Basada en un episodio real sucedido en la Guerra de Secesión, el film fue muy costoso y no tuvo en su día un buen recibimiento de público y crítica, lo cual acabó con la independencia artística de la que hasta entonces disfrutaba, pero es una de las mejores películas  de la historia del cine americano según varias votaciones de críticos.


  Keaton dirigió una ágil y dinámica película en la que realiza una mezcla de géneros como el western, cine bélico, comedia, aventuras y acción narrando la historia de un maquinista ( Keaton )que es rechazado por la mujer que ama al no ser admitido en el ejército sudista al estallar la guerra civil y no llevar uniforme. Cuando soldados del Norte roban su locomotora y varios vagones donde viaja la chica, se adentrará tras las líneas enemigas para recuperar el tren y a su novia y poder volver sanos y salvos a la zona sudista.


  Lo curioso es que Keaton es un personaje heroico de la Confederación sudista y el bando que aparece como el de los buenos es el de “ los rebeldes” que son retratados como caballerosos con en enemigo ( la escena de la rendición del oficial de la Unión )como ocurría también en “ Lo que el viento se llevó “ frente a los traicioneros y taimados personajes del Ejército nordista, que además son ridiculizados en algunos momentos de película.


  Técnicamente la película es un prodigio de puesta en escena, montaje, ritmo narrativo y visualmente ( la imagen de Keaton espiando a través de un agujero de un mantel es genial )  si tenemos en cuenta que está rodada antes de la entrada del cine sonoro con técnicas de rodaje muy rudimentaria. A pesar de dichas limitaciones toda la parte central ( la persecución de trenes )es impresionante y hoy  día sorprende por su precisión y la tensión que logra transmitir al espectador. Keaton por su parte, demuestra un agilidad física en las escenas de acción ( que rodaba el mismo ) de un enorme mérito y dota a su personaje de una dignidad, valor y tenacidad que lo convierten en un personaje inolvidable, que aunque cómicamente torpe y destartalado, consigue con su ingenio, heroísmo y despliegue físico, el éxito frente a los soldados a los que se enfrenta ( impagable la escena de cómo se deshace del francotirador que dispara a los soldados que tratan de disparar el cañón ) Orson Welles dijo que era seguramente la mejor película de la historia, aseveración exagerada pero que demuestra el prestigio del film entre los directores de cine.


 Lo mejor: Su ritmo y la secuencia de la persecución de los trenes.
  Lo peor: Que se tengan demasiados prejuicios para verla por ser muda y muy antigua.

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