domingo, 29 de marzo de 2020

50 películas que hay que ver antes de morir (11 ):” El jovencito Frankenstein “ ( 1974 )



Dirección: Mel Brooks.
Reparto : Gene Wilder, Marty Feldman, Teri Garr, Peter Boyle, Cloris Leachman, Marilyn Kahn, Gene Hackman.
  Tras el enorme éxito de “ Sillas de montar calientes “ una desternillante parodia del western, Mel Brooks, se superó con esta maravillosa película con unos actores en estado de gracia, una realización perfecta y un guión divertidísimo, lleno de diálogos impagables y escenas que rozan la genialidad y homenajea de modo cinefilo, respetuoso y a la vez riéndose del género, a los clásicos del cine de terror de la Universal de los años 30 del pasado siglo y que se convirtió sin duda en la mejor comedia de la década de los 70. 



  El nieto ( Wilder ) del legendario Doctor Frankenstein viaja al castillo en Transilvania ( un guiño al cine de vampiros, que hermana a los dos grandes mitos del terror ) donde su abuelo llevó a cabo sus experimentos para hacerse cargo de su herencia. Allí, a pesar de sus reticencias por seguir los trabajos del mítico científico, acabará sucumbiendo a la tentación de seguir la estela de éste al leer su diario..
  



  Mel Brooks que se había curtido en la comedia como guionista en lo años 60 de la popular serie “ Superagente 86” debutó como director con “ Los productores” ( que luego se convertirá en una obra teatral de gran éxito en Broadway) y se especializaría en parodias, a veces con humor demasiado grueso e incluso zafio. Sería “ El jovencito Frankenstein “ la cumbre de su carrera, que luego sería muy irregular, no alcanzando nunca la calidad lograda con esta obra maestra. Su talento como director, no sólo en la dirección de actores, sino también en el aspecto visual, es palpable  en escenas como por ejemplo en el largo movimiento de cámara tras sus brillantes títulos de crédito que va entrando en el castillo hasta llegar al ataúd del Doctor Frankenstein y como se enlaza con la escena de presentación de su nieto.




  Rodada en los mismo decorados de “ Frankenstein “ ( 1932 ) y con varios de los  actores habituales en el cine de Brooks, el director  venció las reticencias de los productores de no rodar en blanco y negro, demostrando que la arriesgada decisión fue todo un acierto, ya que su fotografía con un aire retro y recuerda a los clásicos del cine de terror de los años 20 y 30 es magistral y una de las claves de lo inmortal e intemporal del film es la magia que transmite su fotografía en blanco negro que lleva al espectador a una época, atmósfera y escenarios que resultan más inquietantes y fantasmales que si hubiese sido rodada en color . 




  Junto a su expresionista fotografía, otra de las claves del éxito del film fue su espléndido guión ( nominado al Oscar ) escrito mano a mano por Brooks y Wilder, con escenas inolvidables como el encuentro en la estación de tren de Igor ( Feldman ) y el doctor, la escena en la que ambos desentierran cadaveres, la clase del doctor a sus alumnos o el encuentro entre el monstruo y la novia del doctor y diálogos ingeniosos como el de la pronunciación de Igor y Frankenstein, el del adivinar la palabra calmante mientras Wilder es atacado o el de dobles sentidos entre el doctor y su asistente ( Teri Garr ) femenina de carácter sexual.



 El brutal y entregado trabajo de todos los actores merece mención aparte. Gene Wilder realiza una enloquecida, histérica , excesiva y entregadísima interpretación de un al principio escéptico médico y luego acaba como dice la “ Criatura” en un loco maravilloso. El que fuera protagonista también del debut de Brooks como director, fue del que partió la idea de la película y su actuación y su química con el resto del reparto, hizo que se rodase más tiempo del previsto dado el gran ambiente que existía entre el equipo. Pero quien roba el protagonismo a todo el reparto es Marty Feldman, su personaje  de Igor ( se pronuncia Aigor como le corrige a Wilder es su absurdo diálogo cuando ambos se conocen ) criado jorobado ( genial el diálogo sobre su joroba en la escena de la estación )  del doctor, es prodigioso y un robaescenas genialmente interpretado por el actor, de cuyo peculiar rostro ( por culpa de la enfermedad de Graves )sacó partido para el personaje ( Feldman moriría muy joven de un ataque al corazón por causas poco claras muy joven ) Las tres protagonistas femeninas rayan a gran altura, en especial Madeline Kahn ( la insoportable prometida del Doctor ) y Leachman (el ama de llaves cuyo nombre solivianta a los caballos ) ambas galardonadas con el Globo de Oro ese año. 



  John Morris compositor habitual de los films de Brooks, compuso por su parte una emotiva y hermosa melodía de violín con aires zíngaros, que se convirtió en otro de los sellos más recordados de la película. Los decorados y aparatos del laboratorio fueron en parte los utilizados en 1931 por James Whale en su versión de la Universal de Frankenstein, lo cual dio a la película una aire de verosimilitud y un toque clásico que benefició notablemente a la película.



Lo mejor: El portentoso trabajo de todo el elenco de actores ( incluyendo el divertido cameo de Gene Hackman ) un guión maravilloso y su evocadora fotografía en blanco y negro.
Lo peor: Que el director no lograse alcanzar ese nivel nunca más.






 

No hay comentarios:

Publicar un comentario