lunes, 23 de marzo de 2020

50 películas que hay que ver antes de morir ( 7 )“ Ipcress” ( 1965 )


 
Dirección:Sidney J. Furie.
Reparto:  Michael Caine,Nigel Reed, Sue Lloyd, Guy Doleman.
  
   El monstruoso éxito de las primeras cintas de James Bond produjo numerosas imitaciones en los años 60 que buscaron captar y explotar los elementos más característicos de la saga ( como viajes a lugares exóticos, chicas guapas, gadgets, malos megalómanos y un protagonista heroico, sofisticado y mujeriego ) como la serie de películas protagonizadas por Matt Helm ( Dean Martin ) o Flint ( James Coburn ). Hubo también otros films que trataron de dar una imagen más realista del mundo de los espías como “ El espía que surgió del frío” con Richard Burton o las películas de la serie de Harry Palmer ( Michael Caine )


  Producida curiosamente por uno de los productores de la serie Bond, con música asimismo de John Barry ( también autor de las bandas sonoras de 007 ) y con el decorador bondiano Ken Addam, la cinta es una obra antiBond, de un estilo más austero, seco y muy realista, pero dotada  de una tensión y suspense sobre todo en la segunda parte llena de sorpresas. Con un aire a lo Hitchcock, es la intriga y la tensión que rodea a Palmer y las traiciones y dudas sobre en quien confiar las que mantienen entretenido al espectador hasta su impactante final.


  El personaje de Palmer es lo opuesto a Bond, un gris funcionario mal pagado, que trabaja gran parte del tiempo en una oficina haciendo continuos informes, que realiza su misión no por patriotismo sino por cumplir órdenes, vive austeramente en un pequeño apartamento, que debe obedecer a jefes antipáticos, aunque si coincide con Bond en su indisciplina, su dureza, sangre fría alergia a la autoridad y por su gusto por coquetear con las mujeres. Más cercano a las novelas de John Le Carré “ Ipcress” recrea con un estilo visual y puesta en escena muy directos y desnudos cómo debe ser realmente el trabajo y el ambiente en el que se mueven  los espías de verdad .
 


  Michael Caine, por entonces un actor muy poco conocido, con su elegancia habitual y sus características gafas de pasta negras, se convirtió gracias al film en una estella ( confirmando al año siguiente con la icónica “ Alfie “ su carisma y talento en un personaje muy diferente a Palmer ) logrando la película el BAFTA ( equivalente británico a los Oscars ) a la mejor película ese año. El éxito provocaría dos secuelas inmediatas en 1966 y 1967. El actor consigue componer un personaje que recuerda a los lacónicos y duros detectives típicos del cine negro clásico: un tipo indisciplinado, descreído, seguro de si mismo, que no se fía de nadie y con mucho olfato para seguir una pista, usando si es necesario cualquier medio para descifrar un misterio, en este caso la desaparición de un científico y el significado de una palabra que puede desentrañar el motivo de esa desaparición : Ipcress.


Lo mejor : El carisma de Caine, la intriga argumental del último e intrincado tercio de la película .
Lo peor : Que acostumbrados a cintas de espías más espectaculares y menos realistas, a algunos les pueda parecer un film frío.

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