domingo, 29 de marzo de 2020

50 películas que hay que ver antes de morir ( 12 ) “ Terciopelo azul” ( 1986 )


Dirección : David Lynch.
Reparto; Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Laura Dern, Dennis Hopper.

   Perturbadora, surrealista, onírica y pesadillesca obra del complejo y personal David Lynch, que dio nuevos bríos a su carrera tras el fracaso de la superproducción “ Dune” y reformuló el cine negro tal y como se conocía hasta entonces.
  Tras un arranque en el que se nos muestra ya la dualidad entre un tranquilo y aparentemente idílico pueblecito americano y el lado oscuro y retorcido que hay oculto debajo de esa superficie acomodada y luminosa ( vemos una mañana radiante con planos de flores y las típicas casas adosadas con jardín y de repente todo se tuerce con el ataque al corazón de un hombre mayor y la inquietante aparición de una oreja cortada con hormigas  en medio del campo -guiño a Buñuel - ) Lynch pone ya desde el inicio sus intenciones al descubierto , en medio de la placidez aparece el rastro de lo que parece un atroz crimen , descubriendo por casualidad la oreja el protagonista Jeffrey  ( MacLachlan ) precisamente cuando vuelve de ver a su padre del hospital  que sufrió un ataque al corazón ( el que vimos antes en el arranque del film) La vida de Jeffrey es anodina ( trabaja en una ferretería) y ve en el misterio de la oreja un pasatiempo que lo saque de su rutina, ofreciéndole un misterio que investigar, aprovechando sus pesquisas cada vez más arriesgadas para intimar con Sandy ( Dern, pareja del actor en la vida real por aquella época ) una virginal y soñadora joven. Pero lo que en un principio parece un juego de jóvenes ociosos que se entretienen como en las novelas de crímenes, da un giro perverso desde la escena en que Jeffrey observa escondido en el placard de la casa de una cantante ( Rossellini ) una escena brutal y desconcertante a manos de un repulsivo, demente  y perverso Frank ( Hopper  ) A partir de ahí, el film va tornándose cada vez más interesante y también morboso, escabroso y sorprendente con la aparición de extraños personajes como Ben ( Dean Stockwell ) y la troupe de frikis de acompañan en sus correrías a Frank.


  Lynch escribe y filma escenas inolvidables, como la de la canción que canta Ben mientras es observado por una cada vez más fuera de si Frank, la cruda escena de la violación  (  que le costó mucho rodar a Rossellini ) la paliza en el campo a cargo de Hopper y sobre todo la sangrienta escena final.  El director realiza un film visualmente muy atractivo alternando imágenes de una gran luminosidad y otros muy oscuros, con planos fascinantes como el de la oreja al final de la película o el del disparo a través del placard.


 Antecesora en gran medida de la mítica serie “ Twin peaks”, en la que Lynch volvería a un pueblo en que aparentemente no pasa nada y en donde se ocultan extraños  y tenebrosos secretos, la película reflexiona sobre el lado oscuro del ser humano y las perversiones que suceden de puertas para dentro ocultas a la sociedad. De fondo canciones de los 50 y 60 como “ In Dreams”  muy presentes en la impactante secuencia de la pesadillesca noche de Frank con Jeffrey, Dorothy y sus secuaces que dan al film un aire nostálgico,  Woody Allen la consideró la mejor película 1986 ( y eso que el neoyorquino dirigió ese año su maravillosa “ Annie Hall” ) y Lynch fue nominado como mejor director ( ganaría Oliver Stone por “ Platoon” ) Aunque no fue un éxito, rápidamente se convirtió en una  película de culto.


  No es de extrañar que al director le resultase difícil sacar la película adelante, de hecho Dino de Lurentiis le financió el film a cambio de reducir a la mitad el presupuesto ( lo cual potenció la imaginación y sencillez en cuanto a escenarios, localizaciones y un reparto de caras poco conocidas ) y  a su vez garantizó toda la libertad creativa al cineasta. Lo atrevido del film, tanto por su lenguaje duro, como por su erotismo y sus personajes extremos, hizo que  varios actores y actrices rechazaron intervenir, lo que hizo que Lynch apostase por nuevas caras, así recuperó a Kyle MacLachlan tras “ Dune” , dio a una jovencísima Laura Dern su primer papel importante e hizo debutar a la entonces modelo ( y su pareja entonces y ex esposa de Scorsese ) Isabella Rossellini y relanzó la carrera de Dennis Hopper. El veterano actor tenía tras de sí una tortuosa carrera. Después de ser una joven promesa en los 50, la muerte de su amigo James Dean le marcó, el enorme éxito de “ Easy Rider “ ( 1969 ) lo convirtió en el director de moda, pero  desde entonces  sus excesos con las drogas y el alcohol lo marcaron en los 70 . A pesar de su fama conflictiva, Lynch lo contrató ya rehabilitado de sus adicciones . Su personaje de Jack Booth es de los que no se olvidan: un tipo ultraviolento, ferichista, desequilibrado psicológicamente y obsesionado por el personaje de Rachel ( Rossellini ) Hopper realiza una interpretacion brutal y a flor de piel, entrando en la galería de psicópatas más recordados de la historia del cine.



  Como en todas las películas, el final es clave para cerrar la narración con éxito o dejando un mal sabor de boca. Lynch le da un desenlace al film, que entronca  con las imágenes del inicio de la película de flores y paz en el vecindario, iniciando el epílogo de la película con un zoom inverso desde una oreja  a un plano más general, que nos muestra a alguno de los persones, pareciendo que todo lo que hemos visto ha sido un mal sueño y tratando de hacer justicia con algunos de los protagonistas.



  Una película fascinante , no apta para todo tipo de públicos, sin duda arriesgada y extraña, que gracias a la inspirada dirección, su espléndido reparto, su apasionante guión y su hermosa fotografía y banda sonora, se ha convertido en un clásico indiscutible.




  Lo mejor : El gran trabajo de tod@s los actores y actrices, su sinuoso ritmo que envuelve al espectador y su ambientación. 
  Lo peor: Es un film violento y en muchos momentos enfermizo que no gustará a todo tipo de públicos .


  

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