sábado, 11 de abril de 2020

50 películas que hay que ver antes de morir ( 24 ) “ El beso mortal” ( 1955 )



Dirección: Robert Aldrich.
Reparto : Ralph Meeker, Maxine Cooper Gomberg, Gaby Rodgers.
  Una de las joyas menos conocidas del cine negro americano de los 50. Dirigida por el gran Robert Aldrich ( “ Doce del patibulo “,  “¿ Qué fue de Baby Jane ? “ ) al año siguiente de su clásico “ Veracruz “ . Aunque en su día pasó bastante desapercibida en Estados Unidos, los autores de la Nouvelle Vogue francesa la reivindicaron y con tiempo de ha convertido en una cinta de culto.



  Su argumento es un perfecto ejemplo de lo que Hitchcock denominaba Macguffin, es decir un señuelo argumental, algo que buscan los protagonistas pero que es un merca excusa argumental que hace que la trama avance pero no tiene importancia en sí misma.  El detective Mike Hammer ( Meeker ) recoge una noche en su vehículo a una mujer que huye de algo desconocido y se lanza en medio de la carretera sobre su coche aterrorizada. Su muerte esa misma noche tras ser ambos atacados y salvar Hammer su vida, es el inicio de un reguero de muertes que a pesar de que todos le piden que no investigue, tratará de descubrir quien está detrás de ellos el obstinado y duro detective...




  Con un aire de film ser serie B, uno de lo aspectos que llama la atención de la película es el uso de la violencia, que roza el sadismo en muchas ocasiones como cuando Hammer le saca información al cantante o al médico forense, lo crudas y realistas que son las peleas, la escena del asesinato del taller o como oímos lo gritos desgarradores del personaje que interpreta Cloris Leachman cuando la torturan con unas tenazas y de la femme fatale de la películas al abrir la misteriosa  caja al final de la película. La magnífica fotografía de Ernest Laszlo con claroscuros y sombras en la que abundan los planos picados dan a la película un tono visual inquietante y a veces fantasmagórico muy adecuado para una trama que se va volviendo cada vez más inquietante y asfixiante.




 El guión basada en una de las novelas de Mickey Spillane es muy complejo y enrevesado ( recuerda a “ El sueño eterno “ también trufada de muchos personajes que al final no sabemos bien que relación tienen entre sí y no se entiende bien como el detective  llega al final del misterio ) Los diálogos son punzantes y rápidos, a veces desconcertantes ( por ejemplo el que tienen Hammer y la chica que recoge  de la carretera) y se aborda un  tema muy original y atrevido en plena guerra fría ( el uso de material nuclear  ya sus peligros ) con un final muy sorprenderte y sobrecogedor que deja anonadado al espectador.  



  Meeker compone muy acertadamente un Mike Hammer oscuro, lejos de un héroe convencional mujeriego y machista, despiadado y violento para alcanzar sus fines, con el que por ello difícil empatizar . La frialdad y casi inhumanidad del personaje se empieza a quebrar cuando uno de sus amigos es asesinado de un modo cruel y afectado por ese muerte ( probablemente culpa suya ) se toma el caso como algo personal.
  En definitiva una película a descubrir para los buenos aficionados al cine negro que mantiene el interés hasta su impactante final.

  Lo mejor : La atmósfera y tensión que logra crear su guión, la fotografía y el estupendo trabajo de Aldrich. La sorpresa final.
  Lo peor: Que parezca un film menor para muchos.




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