Dirección: Francis Ford Coppola.
Reparto: Martín Sheen, Marlon Brando, Dennis Hopper, Robert Duvall, Harrison Ford.
Cuando Coppola presentó en el Featival de Cannes su nueva película tras el díptico de “ El Padrino “ dijo que su película “ no era sobre la guerra de Vietnam, era Vietnam” El infernal rodaje en 1976 en Filipinas ( muy bien documentado por la esposa del director en el impactante documental “ Corazones en tinieblas “ ) ser refleja en la locura que transmite la película. Coppola tras los tres Oscars obtenidos para él como director, productor y guionista por la secuela de “ El Padrino” se sentía el rey del mundo y decidió hacer lo que su ídolo Orson Welles no logró llevar al cine la novela “ El corazón de las tinieblas “ trasladando la acción del el Congo belga colonial a la guerra de Vietnam.
Un militar perteneciente al ejército norteamericano, el capitán Willard ( Martin Sheen ) recibe en 1969 el encargo de eliminar a un coronel de las boinas verdes llamado Kurtz ( Brando ) que parece haber enloquecido y que ha formado un pequeño ejército en la República de Camboya rodeado de lugareños que lo adoran como si fuera un semidiós. El protagonista se tendrá que internar en una pequeña embarcación acompañado de un reducido grupo de soldados a través de un río que serpentea en medio de la selva en una odisea cada vez más pesadillesca para llegar en plena selva al lugar donde se encuentra el coronel. Durante el viaje irá poco a poco perdiendo el juicio...
Aunque la película funcionó bien en taquilla, el gran presupuesto invertido y la megalomanía de Coppola supusieron el inicio del declive de Coppola como cineasta rentable para los estudios. Durante la filmación ( prevista para 16 semanas y se alargó 15 meses ) además de problemas con los helicópteros suministrados por el gobierno filipino, se sumaron la drogadicción de Hopper y Sam Bottoms ( uno de los soldados que acompañaba a Wiallard) un tifón que destruyó parte de los decorados, no había guión terminado ( realizado por John Milius que dirigiría en 1981 “ Conan el bárbaro “ y Coppola lo cambiaba casi a diario, perdida de peso de Coppola de 30 kgs ( pensó varias veces en suicidarse )el aumento del presupuesto a 30 millones de dólares que hizo que Coppola pidiera dinero a su amigo George Lucas ( al que produjo su éxito “ American graffiti” y que iba inicialmente a dirigir el film ) y empeñara sus ganancias de la saga “ El Padrino”.. . Brando por su parte se incorporó al rodaje con 40 kilos de más y sin saberse una línea del guión, marchándose a las tres semanas dejando a todo el equipo colgado, aunque volvió a realizar como en su anterior colaboración con el director otra interpretación magistral. Sheen sustituyó a Harvey Kietel, sufriendo un ataque al corazón ( al parecer le llegaron a practicar la extrema unción ) debido al estrés.
El reparto reunido era espectacular y se completó con Robert Duvall que lidera el ataque con helicópteros contra un poblado a ritmo de Wagner ( inspirado al parecer en lo que el alguna ocasión hizo la aviación nazi durante la Segunda Guerra Mundial ) y pronuncia la frase más famosa de la película “ Me encanta el olor de napalm por mañana “ un enganchado a las drogas Dennis Hopper que borda su enloquecido personaje de periodista que improvisó totalmente o Harrison Ford en un breve papel antes del rodaje de la primera cinta de Star Wars ( el film se rodó meses antes de su primera aparición como Han Solo )
El film reflexiona sobre la locura que provoca la guerra y como transforma a las personas y las deshumaniza y degrada . A Willard al que en su primera aparición vemos al ritmo de la psicodélica “The end” de The Doors golpear un espejo y hacerse sangre ( Sheen borracho se cortó de verdad ) se le ordena ( con eufemismos ) que asesine a un héroe de guerra que ha enloquecido , pero el propio Willard tras un viaje propio de Homero acaba cayendo en la locura y no siendo mejor que el propio militar loco al que pretende ejecutar fríamente.
Coppola logró plasmar en unas potentes imágenes la locura, el caos y la brutalidad de la guerra y de los personajes a pesar de la atmósfera paranoica y ( o quizá gracias a eso ) que rodeó el rodaje del film. El genio del cineasta se plasmó en que sin tener el film montado totalmente fue premiado en Cannes gracias al mensaje de la película y al torrente de imágenes ( rodó 457 km de metraje ) y interpretaciones arrebatadoras y excesivas.
Lo mejor : Su poderío visual, el gran trabajo de los actores y muchos momentos de gran fuerza sobre todo la parte final en la base de Kurtz.
Lo peor : Que la carrera de Coppola no volvería a ser la misma y que algunos ante escenas como la de los helicópteros puedan ver en ella un mensaje belicista.
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