domingo, 5 de abril de 2020

50 películas que hay que ver antes de morir ( 17 ) “ Cantando bajo la lluvia “ ( 1952 )



Dirección: Stanley Donen y Gene Kelly 
Reparto: Gene Kelly, Donald O’Connor, Debbie Reynolds, Jean Hagen, Cyd Charisse.

 Deliciosa y memorable obra de arte de un optimismo, vitalidad y alegría contagiosa e inolvidable.
  En el Hollywood de fines de los años 20 del pasado siglo, llega la revolución del sonoro que provoca que los estudios de cine y las estrellas se deban de adaptar al nuevo medio, entre ellos la pareja más famosa de Hollywood formada por Don Lockwood ( Kelly ) y Rita Lamont ( Jean Hagen ) .El problema es que la diva tiene una voz horrible que no conocen sus fans y que hay que hay que ocultar cueste lo que cueste ...



  La película mezcla con éxito varios géneros: es una alocada e ingeniosa comedia de acelerado ritmo, es una entretenida película romántica de idas y venidas, un retrato histórico ( sobre la difícil transición al sonoro para muchas estrellas del cine mudo que no se adaptaron al cambio y vieron hundirse sus carreras como retrataría también la Oscarizada “ The artist “ y que homenajea el cine mudo - por ejemplo en la escena del tartazo, todo un guiño a las comedias del cine cómico mudo )y es una película de cine dentro del cine que retrata las interioridades del sistema de estudios y de las estrellas del cine clásico y muestra el mundo del cine entre bastidores con un todo de parodia, pero con cariño. 
  Es sin embargo su lado musical el que la ha convertido en una de las obras cumbres del séptimo arte y es considerada de forma unánime el mejor musical de la historia del cine, un género que en aquel momento vivía su momento dorado de la mano de la Metro Goodwin Mayer.



  Dirigida a medias por Stanley Donen y Gene Kelly ( ambos coreógrafos antes  que cineastas y que  venían colaborando en musicales  desde inicios de los 40 ) que repitieron juntos como directores y protagonista tras la espléndida “ Un día en Nueva York “ ( 1949 ) la película tiene como motor musical a un como siempre memorable Gene Kelly, que ya había protagonizado magníficos musicales como “ Levando anclas “ donde baila con el mismísimo ratón Mickey, “ Ziegfeld follies”, “El Pirata “ y sobre todo “ Un americano en Paris “ ( ganadora del Oscar a la mejor película en 1951 )varias de ellas dirigidas por Vicente Minelli, otro de los monstruos del cine musical. Kelly ejecuta sólo o en compañía de otros actores números musicales de baile que aún hoy día dejan al espectador con la boca abierta y demuestran la imaginación y energía desbordante del actor que tenia ya 40 años .



  Aunque el film se ha popularizado entre el gran público por el famoso número que da título a la película, hay otros números aún más impresionantes como el que protagonizan Kelly y la espectacular Cyd Charisse poseedora de las mejores piernas del celuloide ( que tuvo el honor de bailar con los mejores bailarines de la historia del cine - Kelly y Fred Astaire- ) cuya sensualidad provocó la intervención de la censura , el electrizante baile con Donald O’Connnor subiéndose por la pared cantando “ Haz reír “, su frenético número con Kelly en el logopeda y el optimista baile a tres con Debbie Reynolds en “ Good morning” ( tras el cual debido al perfeccionismo Kelly, Reynolds acabó con los pies sangrando )



  Una de las indiscutibles virtudes de “ Cantando bajo la lluvia “ es su desbordante optimismo y alegría contagiosa. Es una película ideal para levantar el ánimo al más pesimista, gracias a su sentido del humor ( su escena inicial de Don explicando a una periodista como fueron sus inicios en el mundo del cine, edulcorando y dándole la vuelta a la verdad, que muestra la falsa apariencia de las estrellas del celuloide) sus exuberantes y precisos números de baile maravillosomente ejecutados y una historia sobre la magia del cine que engancha.




  Donen y Kelly aún realizarían después grandes musicales juntos ( “ Siempre hace buen tiempo “ de nuevo con Cyd Charisse y “ Brigadoon” ) y por separado ( “Siete novias para siete hermanos “ )pero los elementos que se juntaron aquí ( la historia, su sentido del humor y sus extraordinarias coreografías de baile ) nunca volverían a reunirse en ningún musical posterior. Como decía el personaje interpretado Woody Allen en “Delitos y faltas” es la película perfecta para ver en un bajón existencial y por eso su personaje se la ponía cada dos meses para mantenerse de buen humor. No es mala receta.



Lo mejor: Todo.
Lo peor:  No haberla visto nunca.



  

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